domingo, 2 de marzo de 2008

MAGIA EN LA VIDA DIARIA.


Durante estas vacaciones tuve la oportunidad de leer un libro escrito por un personaje mediático por todos reconocido pero que literariamente para mí no tenía gran significado. Isabel Allende con su amplia trayectoria en las letras hispanoamericanas con algunas de sus creaciones traducidas al lenguaje del Séptimo Arte no tenía gran significado para alguien como yo, quién nunca la había leído. El azar designó que no fuera alguno de sus textos más conocidos como “La Casa de Los Espíritus” o ”Cuentos de Eva Luna “ los que cayeran a mis manos, sino que, fuera su última publicación llamada “La Suma de Los Días”. Sin caer en una crítica al libro como estructura narrativa es importante, creo, advertir una sutil sentencia implícita en el discurso narrativo de esta obra. Esto es registrar dignamente para la posteridad la historia familiar del autor con sus luces y sus sombras. Entendiéndose como posteridad a aquellos que en el futuro vendrán o al mismo escritor situado en un tiempo futuro privado de sus recuerdos, quién al releer lo antiguamente escrito podrá recuperar imágenes importantes de su propia historia y sentirse vivo nuevamente. La novela “La Suma de los Días” cumple con esta sentencia; Nada es menos vano que la preservación de la memoria, dura batalla contra el olvido.
La historia que nace desde el corazón, en la cual coexisten la razón y la sinrazón, la lógica y el azar, la inmanencia y la trascendencia. Esta historia nos aproxima a imágenes fugaces de nuestras particulares vidas, momentos que hemos dejado pasar sin una adecuada reflexión ni afán de busqueda de significado. Lazos de amistad tan fuertes como los sanguíneos nacidos entre personas tan disímiles unidos por caprichos del destino o por un misterioso hado, la despedida de un espíritu que ha sido liberado de un cuerpo degradado por la enfermedad y la llegada de un espíritu antiguo son situaciones que le ocurren a la familia de esta inmigrante latina casada con un abogado, inmersa en el mundo anglosajón de un imperio que ya inicia su decadencia. Hermoso libro, fácil de leer y que sorprende gratamente a un lector acostumbrado a una visión mecanicista de la realidad, sin lugar para la magia y los mundos paralelos. Desde ahora cada 8 de Enero detendré un instante el paso y sentiré que alguien especial desde un rincón sagrado de su casa y de su alma creará una mágica historia.